martes, 23 de diciembre de 2008

Desinfección en Juvenalia


El domingo 21 de diciembre, alrededor de las doce del mediodía, un grupo de unos diez antimilitaristas adecuadamente pertrechados procedieron a la desinfección del virus del militarismo en el stand de los ejércitos en la feria juvenil de Madrid, más conocida como Juvenalia. Dicha intervención, enmarcada en la campaña de desinfección “La guerra no es un juego”, se produjo tras tener noticias de la existencia de una cepa del mencionado virus en la feria, decidiéndose una intervención inmediata justificada por la extrema peligrosidad de esta situación, especialmente por encontrarse expuestos al virus niños y niñas, cuyo contagio podría suponerles mayores daños que al público adulto.

La intervención de los voluntarios antimilitaristas fue rápida y eficaz, desinfectando personas e instalaciones en algo más de media hora, repartiendo caramelos de reconocida eficacia profiláctica e información útil en octavillas, que fueron cogidas con bastante interés por el público asistente. Terminada su labor, los antimilitaristas recogieron su instrumental y fueron gentilmente acompañados hasta la puerta por el personal de seguridad, que brindó su desinteresada y activa colaboración a los activistas, ayudando incluso a llevar la pancarta hombro con hombro con éstos, en un bello detalle de compañerismo. El equipo de desinfección abandonó las instalaciones por la puerta principal, “como los señores”, según declaraba uno de los agentes de seguridad con orgullo.

No es la primera vez que los antimilitaristas visitan Juvenalia por este motivo. Ésta es la cuarta ocasión, y hay que decir que de año en año se puede apreciar que el virus militarista se encuentra más aislado. Este año el pabellón infectado estaba prácticamente solo y con escasa afluencia de público. Sin duda, una muestra más de la eficacia de la desinfección y la profilaxis si este tipo de virus son detectados a tiempo.

Seguimos con la campaña La Guerra no es un Juego


¿Es divertido desactivar minas? ¿Dejarías que tu hij@ disparara un fusil? ¿Te parece divertido disparar un tanque? Morir de risa es divertido, ¿y de un tiro? ¿Te gusta que tus hij@s se acerquen a gente armada? Porque no queremos que los niñ@s aprendan a matar, exigimos la salida del ejército de Juvenalia.

Un año más, en Juvenalia nos encontramos el desagradable espectáculo de ver cómo los militares se ofrecen para entretener a los jóvenes y pequeños de Madrid con actividades que no son un juego. Por eso, la campaña antimilitarista “La guerra no es un juego” realizará acciones noviolentas y de denuncia para conseguir la retirada del ejército de cualquier feria infantil y juvenil durante el tiempo que dure Juvenalia.

¿Qué es la campaña “La guerra no es un juego”?

QUÉ – La campaña “La Guerra no es un Juego” busca la salida del Ejército y las Fuerzas Armadas, así como de cualquier cuerpo armado, de todas las ferias infantiles, juveniles y/o de empleo que se organizan a lo largo del año por diversas partes del estado español.

QUIÉN- Esta campaña fue impulsada inicialmente por la Asamblea Antimilitarista de Madrid, pero en la actualidad unas 30 organizaciones de todo el estado han suscritos el manifiesto.

CUÁNDO – Este año es el trigésimo aniversario de la feria Juvenalia en Madrid, que se desarrollará del 19 al 28 de diciembre de 2008, en el Instituto Ferial de Madrid (Ifema), organizada por Dirección General de la Juventud de la Consejería de Deporte de la Comunidad de Madrid, a los que hacemos públicamente responsables de la presencia de cuerpos armados en la feria.

DÓNDE – Son muchos los lugares donde se han producido movilizaciones en contra de las presencia del Ejército y cuerpos armados en ferias infantiles. En Jerez los movimientos sociales de la zona consiguieron la salida del Ejército en la feria Juvelandia, y se han producido movilizaciones similares en Barcelona (Salón de Educación), Alicante (Educ@emplea), Valencia (Expojove)...

POR QUÉ - En teoría, Juvenalia busca, según la propia definición de la Dirección General de la Juventud, “actividades juveniles y la promoción de valores y la formación integral de los jóvenes a través del ocio, el deporte y la participación”. Los colectivos y personas que impulsan la campaña no ven compatibles los objetivos que se busca con una feria como Juvenalia -”ocio alternativo”- con la presencia de instituciones armadas. la exposición acrítica de material bélico -tanques, cañones, helicópteros de combate...- o actividades tan “edificantes” como la búsqueda y desactivación de minas.

lunes, 22 de diciembre de 2008

El Ejército se vende con juegos de guerra


Los pacifistas denuncian la presencia de las Fuerzas Armadas en Juvenalia

JAVIER SALAS - Madrid - 21/12/2008 21:58 (PÚBLICO)


"¡Tenía tanto que darte, tantas cosas que contarte!". Unos niños cantan a gritos el estribillo del último éxito de Nena Daconte en un karaoke. En concreto, el karaoke del estand que las Fuerzas Armadas tienen en Juvenalia, la feria del ocio infantil y juvenil que se celebra desde hace años en Madrid y que se llena de familias los fines de semana.

Con los colores de la bandera española pintadas en sus mejillas, los críos se divierten cantando junto a un carro blindado en el que otros chavales se cuelan llenos de curiosidad. Mientras unos hacen cola para lanzarse en tirolina desde cuatro metros de altura, otros juegan en videoconsolas al Call of Duty, una superproducción bélica que los adentra en la guerra en primera persona.

“Es un parque de atracciones caqui”, denuncia uno de los miembros de la Asamblea Antimilitarista de Madrid, un colectivo que se ha dado cita en el pabellón de Ifema para reclamar “la salida del ejército y de los cuerpos armados” de esta feria pensada para menores. La Policía y la Guardia Civil también tienen su sitio en Juvenalia.

Apenas diez activistas de este grupo pacifista participan en la simbólica acción de denuncia, que tanto padres como hijos acogen con simpatía y escepticismo: una anécdota más en una divertida mañana de anécdotas. Vestidos con monos y máscaras blancas, para protegerse del “virus de lo militar”, despliegan una pancarta junto al espacio que ocupa el Ministerio de Defensa.

En seguida, la seguridad del recinto les invita a abandonar el pabellón, y ellos cumplen obedientes: “No queremos crear problemas, únicamente hacer llegar a los padres nuestra denuncia”. La guerra no es un juego , que es como se denomina esta campaña, llevará sus octavillas a la feria a lo largo de esta semana, aunque son pocos los visitantes que los cogen con verdadero interés.

Donde los antimilitaristas señalan a niños que fingen dirigir cañones y lanzarse en paracaídas, los responsables del Ejército muestran a esos mismos pequeños, ninguno mayor de 12 años, escribiéndole postales personalizadas a los militares destacados en misiones internacionales.

“Que pases unas felices fiestas, allá donde estés”, se puede leer en una de las muchas postales manuscritas que ya están apiladas. El coronel Modesto Ruiz Cruz, el militar de mayor graduación de los presentes y Jefe del Servicio de Captación, defiende la presencia de las Fuerzas Armadas en Juvenalia y asegura que no ha llegado a ver la acción de los pacifistas. “Nosotros no tenemos problemas con ellos, cualquier opinión es respetable y debe tener su espacio para la expresión”, asegura.

Entretener a los chavales

La presencia de esta versión lúdica del Ejército en los pabellones de Ifema es responsabilidad de la Dirección General de Reclutamiento y Enseñanza Militar, cuyo objetivo es “acercarlo a la sociedad española para facilitarle su conocimiento”. Una presencia que se tuvo que intensificar después de que se eliminara el servicio militar obligatorio, en 2001. Desde entonces, su espacio no ha dejado de creces.

“Nosotros estamos aquí para entretener a los chavales”, asegura, “y lo hacemos encantados”. Las vocaciones militares escasean y cualquier esfuerzo de su parte es válido si logra obtener su recompensa.

“Se trata de sembrar una semilla que pueda ayudarnos a que surjan militares en el futuro”, dice Ruiz. El coronel de aviación ilustra su empeño personal con una anécdota: “Antes, un niño me ha dicho que de mayor quería ser ingeniero y le he recordado que hay todo un cuerpo para ingenieros dentro del Ejército”. “En definitiva –zanja Ruiz–, queremos que los niños vean que somos tan normales como sus padres”.

Aunque estén juntos, existe una competencia evidente: el Ejército del Aire, el de Tierra y la Armada pretenden que los niños se fijen en ellos, y no en los demás, para ingresar en el futuro en su tropa profesional.

Una idea que molesta especialmente al colectivo antimilitarista, la que presenta a las Fuerzas Armadas como “un curro más”. Porque ahora, el Ejército se vende ante los niños con juegos, pero cuando sean mayores lo hará con la golosina de un sueldo fijo que pague la hipoteca.

martes, 2 de diciembre de 2008

El ejército enseña a utilizar armas de guerra a los niños en Murcia

Noticia original de la Plataforma contra la Militarización de Albacete

Visto también en Tortuga

Un amigo de Murcia nos manda estas fotos, tomadas el pasado viernes 14 de noviembre en el Centro Comercial Nueva Condomina, donde las Fuerzas Armadas llegan a los niños de una manera bastante directa y cercana.



A los niños que sujetan estas armas como si fueran juguetes y juegan a la guerra con soldados de verdad, no les han explicado que la guerra no es un juego... que en otros lugares existen niños soldado que superan terribles pruebas para convertirse en asesinos, que esas armas matan gente... pero no, aquí se muestra la "cara amable" de los militares y su forma de imponer la paz.

Nos dice el autor de las fotografías que parecía que el único que se fue con el estómago dado la vuelta fue él, ya que los padres de estas tiernas criaturas, sonreían y se reían como si fueran juguetes.

Para terminar, y para que nos acusen de demagogos, ahí van otras fotos de otros niños y de otras armas. Seremos demagogos, pero lo que no se puede permitir es que la guerra inunde los Centros Comerciales como si se tratara de un juego sin que se les explique a los chavales la realidad de la guerra y de las armas. Armas que en muchos casos se fabrican cerca, muy cerca de nosotros. A los niños que salen en las siguientes imágenes, no les explicaron qué es la guerra, no juegan con armas, directamente las usan y las sufren.

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