sábado, 31 de marzo de 2012

¿reCORTAR? SÍ, LO MILITAR

NOT INSERT COIN

Atravesamos por un período de crisis, provocado por la especulación financiera, que está causando la destrucción de millones de puestos de trabajo y un incremento del desempleo hasta niveles jamás vistos. El número de personas en situación de pobreza y riesgo de exclusión social crece exponencialmente, lo que provoca un alarmante aumento de las desigualdades sociales.

Mientras la mayor parte de la población sufre este empeoramiento de sus condiciones de vida, los diferentes estados aprovechan para recortar derechos y conquistas laborales y reducir las partidas de carácter social, lo que supone, en el mejor de los casos un descenso de la calidad en la prestación de estos servicios, y en el peor, su desaparición. Al mismo tiempo, mantienen, cuando no incrementan de manera encubierta, el aparato militar y de control social con todo el gasto que conlleva.

Esta crisis no ha supuesto recortes del militarismo y el control social, ya que hemos comenzado 2012 con unos presupuestos ‘heredados’ del año anterior, año en el que el gasto presupuestado para el Ministerio de Defensa nominalmente bajaba un 7% respecto a 2010, pero la reducción real del gasto militar y el destinado al control social es rotundamente falsa. Entre Interior, Industria y Exteriores, la previsión presupuestaria asciende a 17.000 millones, muy por encima de los 8.500 que figuran en la cartera de Defensa.

Un ejemplo: el Ministerio de Industria ayuda a maquillar los presupuestos de Defensa con los llamados Programas Especiales de Armamento, lo que ha generado una deuda a la que ni el mismo Ministerio de Defensa sabe cómo hará frente, ya que la factura de dichos programas asciende a 30.000 millones de euros, en torno al 3% del PIB español.

Mientras los recortes son generalizados en educación, sanidad o servicios sociales, no solo no se cancelan programas de inversiones militares, sino que incluso aparecen otros nuevos, como la adquisición de la 5ª Fragata F-100 –por un importe aproximado de 4.100 millones de euros–, o el aumento de la implicación en el programa del escudo antimisiles: al compromiso de permitir la instalación del escudo en la base gaditana de Rota –que el gobierno de Zapatero adquirió con EE.UU.–, el gobierno de Rajoy ha decidido sumar al menos una fragata de la armada. El programa del escudo provocará un aumento del gasto militar dentro y fuera del estado y supondrá un nuevo impulso a la carrera armamentística mundial.

Esta apuesta por la militarización, si siempre debe rechazarse por sus consecuencias económicas, sociales, medioambientales, éticas y humanas, debe serlo aún más en un contexto en que se produce a costa de recortes que provocan un aumento de las desigualdades y condenan a la población a situaciones de exclusión social y pobreza.

Por todo esto, los grupos antimilitaristas que componemos AA-MOC, RANA y Mujeres de Negro de Madrid hacemos un llamamiento a asociaciones, colectivos y movimientos sociales para que se adhieran y participen activamente en nuestra campaña de denuncia del gasto militar y exigencia de su abolición.


FIN DE PARTIDA

NI UN HOMBRE, NI UNA MUJER NI UN EURO PARA LA GUERRA

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