jueves, 5 de agosto de 2010

Falta de apoyo para los antiguos niños soldado

Sacado de menoressoldados.org.

Los expertos han descubierto que antiguos niños soldado expuestos a episodios brutales de guerra o violencia hacen frente a una gama de problemas sicológicos y emocionales que a menudo se quedan sin tratar cuando abandonan el servicio militar.

Aproximadamente 250.000 niños en todo el mundo son obligados a luchar como soldados en conflictos, y son sometidos a una serie de traumas que incluyen el abuso físico y sexual, la tortura y los asesinatos en masa.

Dos estudios, que serán publicados el mes que viene en la Revista Child Development (Desarrollo infantil), exploran cómo estos niños se adaptan a la vida en tiempo de paz y descubren cómo muchos de ellos sufren serios problemas emocionales y de comportamiento, que raramente son tratados.

Un estudio se centra en Uganda, donde se estima que 25.000 niños y adolescentes han sido reclutados a la fuerza para el Ejército de Resistencia del Señor, un grupo armado que comenzó una guerra sangrienta contra el gobierno de Uganda en 1987.

Se encontró que los antiguos niños soldado que habían luchado con el grupo mostraban una serie de problemas aún mucho tiempo después de dejar el campo de batalla, y que existía poca infraestructura local para gestionar este asunto.

Problemas de comportamiento

Según el estudio, llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Hamburgo, casi la mitad de los 330 niños observados habían matado a alguien y más de la cuarta parte habían sido violados durante su periodo como soldados.

Los investigadores descubrieron que después de dejar las fuerzas armadas, un tercio de los niños mostraba signos de estrés post-traumático, más de la tercera parte estaban deprimidos y más de la mitad tenían problemas de comportamiento.

Las cifras indican una urgente necesidad de rehabilitación en su país, indican los investigadores, señalando que únicamente existe un siquiatra en Uganda por cada 1,3 millones de habitantes.

El estudio también revela que la gran mayoría de los antiguos niños soldados siguen enfrentándose a la violencia después del retorno a sus casas, con un 90% de los observados informando de abusos que incluyen los golpes, las quemaduras, la violación, una vez que han abandonado la milicia.

Nivi Narang, director de campañas de la institución benéfica War Child UK, que ayuda a 1.400 antiguos niños soldado en Uganda, explica que la financiación es uno de los mayores problemas para muchos programas de rehabilitación.

“Simplemente no existe suficiente financiación,” indica. “El tipo de financiación que está disponible no es adecuado. Nosotros intentamos que vuelvan a educarse, es realmente importante.”

Rechazados por la comunidad

Otro estudio diferente, realizado en Sierra Leona, encontró que la capacidad que tienen los niños de recuperarse de los horrores en las zonas de conflicto depende en gran medida del tratamiento que reciben después de regresar a casa.

Investigadores de la Universidad de Harvard concluyeron que los niños que fueron devueltos a comunidades donde fueron aceptados y no aislados de sus semejantes se manejaron mejor que aquellos que fueron obligados a salir de la escuela.

Pero el estudio también expresa que los niños que atravesaron episodios extremadamente traumáticos exhibieron síntomas duraderos de desequilibrio sicológico que requirió una ayuda más intensiva para la rehabilitación.

“El ser testigo de la violencia bélica general, si bien es algo bastante común, no tiene un efecto fuerte sobre el ajuste sicológico y social de los niños a largo plazo” indica Theresa Betancourt, la experta en salud infantil y derechos humanos de Harvard, autora del estudio.

“En contraste, los efectos de sufrir una violación y herir o matar a otros son más duraderos,” explica.

Ambos estudios descubrieron que el apoyo post-conflicto para antiguos niños soldado era severamente deficiente en los países en los que era necesario, y avisan de “grandes consecuencias para la sociedad”, dado que una generación de niños dañados por la guerra llegarán a la edad adulta con un apoyo muy limitado.

Es una preocupación que ha sido reconocida hace tiempo por las organizaciones benéficas que trabajan en este campo.

“Queda mucho por hacer en términos de actitud cultural,” indica Narang. “Si los niños logran salir y no tienen medios para obtener un trabajo, para volver a recibir educación, y son rechazados por sus familias, volverán al ejército.

“Es la única familia que ellos conocen. Es un disparador potencial de conflicto.”

Los estudios son la primera investigación científica que se centra en el impacto sicológico de un conflicto sobre niños soldado, si bien ellos han sido utilizados en al menos 86 países en todo el mundo. Andrew Wander

Fuente:http://english.aljazeera.net/news/africa/2010/07/201071213841603942.html